Los días 14, 15 y 16 de febrero de 2019, los Estados Miembros del OPANAL celebraron el 52º Aniversario de la adopción y apertura a la firma del Tratado para la Proscripción de las Armas Nucleares en la América Latina y el Caribe (Tratado de Tlatelolco).
Comunicado de los 33 Estados Miembros del OPANAL
Como cada año, el 14 de febrero de 2019, los 33 Estados Miembros del OPANAL emitieron un comunicado conjunto en el que, además de conmemorar el 52º Aniversario del Tratado de Tlatelolco y el 50º Aniversario del Organismo, destacaron:
Su preocupación ante la situación internacional que, entre otros aspectos, se caracteriza por dar continuidad a programas de modernización de arsenales nucleares, por la posible creación de nuevos tipos de vectores de armas nucleares y por la creciente amenaza del uso de armas nucleares en un escenario de tensiones y conflictos armados y amenazas de terrorismo. Esto sucede en un contexto en el que todavía existen Estados con armas nucleares, muchas de ellas en estado de alerta.
Como creadores de la primera zona libre de armas nucleares en un territorio densamente poblado del planeta, los Estados Miembros del OPANAL también destacaron en su comunicado la importancia de impulsar la cooperación con las Partes y Signatarios de los Tratados que establecieron Zonas Libres de Armas Nucleares en el Pacífico Sur, en el Sureste de Asia, en África y en Asia Central y también con Mongolia cuyo status libre de armas nucleares es reconocido por las Naciones Unidas. En ese sentido, afirmaron:
Su compromiso de contribuir al éxito de la Cuarta Conferencia de Zonas Libres de Armas Nucleares y Mongolia, en 2020, convocada mediante la Resolución 73/71 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el 5 de diciembre de 2018, y, en ese sentido, instan a todas las Partes y Signatarios de los Tratados que establecen Zonas Libres de Armas Nucleares a participar activamente en la preparación de la Cuarta Conferencia, apoyando a Mongolia, Estado designado como coordinador de la Cuarta Conferencia.
Conmemoración en la Plaza de las Tres Culturas, Tlatelolco
Por iniciativa del Congreso de la Ciudad de México, en colaboración con el Gobierno de la Ciudad de México, la Alcaldía de Cuauhtémoc (Ciudad de México), la Secretaría de Relaciones Exteriores de México y del OPANAL, se llevaron a cabo las Jornadas Culturales en la Plaza de las Tres Culturas, en el barrio de Tlatelolco, para conmemorar el 52º Aniversario del Tratado de Tlatelolco.
El 14 de febrero se llevó a cabo una ceremonia de izamiento de las banderas de los 33 Estados Miembros del OPANAL en la Plaza de las Tres Culturas. El evento contó con la presencia de Embajadores y Representantes de los Estados de América Latina y el Caribe, así como de congresistas, autoridades de la Ciudad de México y de la Alcaldía de Cuauhtémoc.
En la inauguración de la ceremonia, dirigieron unas palabras el Diputado Marco Antonio Temístocles Villanueva Ramos, Presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Congreso de la Ciudad de México; la Diputada Jannete Elizabeth Guerrero Maya, Presidenta del Comité de Asuntos Internacionales del Congreso de la Ciudad de México; el Sr. Maximiliano Reyes Zúñiga, Subsecretario para América Latina y el Caribe de la Secretaría de Relaciones Exteriores; el Mtro. Néstor Núñez López, Alcalde de Cuauhtémoc; el Dr. José Alfonso Suárez del Real y Aguilera, Secretario de Cultura del Gobierno de la Ciudad de México; y el Excmo. Sr. Mauricio Carvalho Lyrio, Embajador de Brasil en México y Presidente del Consejo del OPANAL.
En su discurso, el Embajador Carvalho Lyrio mencionó que:
El Tratado de Tlatelolco es obra de la voluntad política de los Estados de la región que decidieron reemplazar el dilema de la seguridad con la seguridad y la cooperación. De hecho, el Tratado de Tlatelolco es uno de los elementos que explica que a lo largo de los años las relaciones entre nuestros Estados se han caracterizado sobre todo por la amistad. Al declarar la América Latina y el Caribe como una Zona Libre de Armas Nucleares, nuestros países demostraron la determinación de romper con la lógica perversa que dominaba el pensamiento de la Guerra Fría. Esa iniciativa inspiró a otras regiones a seguir por el mismo camino. Después de Tlatelolco, siguieron los Tratados de Rarotonga, Bangkok, Pelindaba y Semipalatinsk.
En presencia de los invitados especiales y de los vecinos de Tlatelolco, el OPANAL inauguró también en la Plaza de las Tres Culturas la exposición fotográfica «52º Aniversario del Tratado de Tlatelolco – una mirada histórica», que cuenta con una selección de más de 20 fotografías proporcionadas por la Secretaría del OPANAL y por el Acervo Histórico de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México.
Los días 15 y 16 de febrero, gracias a la colaboración de Embajadas de Estados Miembros del OPANAL, los vecinos de Tlatelolco pudieron disfrutar de una programación musical proveniente de Bolivia, Ecuador, Guatemala, México y Uruguay, así como de una muestra gastronómica y artesanal de Bolivia, Cuba, México, Nicaragua y Perú.
Foro de conferencias sobre el Tratado de Tlatelolco
El 15 de febrero de 2019, la Secretaría de Relaciones Exteriores de México albergó el foro de conferencias conmemorativas del 52º Aniversario del Tratado de Tlatelolco.
El Embajador Luiz Filipe de Macedo Soares, Secretario General del OPANAL, y el Embajador Emérito de México Sergio González Gálvez, ex Subsecretario de Relaciones Exteriores de México, participaron en el panel sobre «Los antecedentes del Tratado de Tlatelolco».
Por su parte, en el segundo panel participaron el Excmo. Sr. Mauricio Carvalho Lyrio, Embajador de Brasil en México y Presidente del Consejo del OPANAL, así como el Dr. Athanasios Hristoulas, Profesor investigador del Instituto Tecnológico Autónomo de México.
Durante su conferencia, el Secretario General del OPANAL expuso su visión sobre la importancia del Tratado de Tlatelolco y del OPANAL:
Es siempre interesante rememorar que el Tratado de Tlatelolco fue el primer instrumento jurídico que prohibió las armas nucleares. No obstante, el texto del Tratado de Tlatelolco dejó claro que el objetivo último es lograr un mundo sin armas nucleares.
El Organismo para la Proscripción de las Armas Nucleares en la América Latina y el Caribe (OPANAL), que este año está conmemorando su jubileo de oro, sigue ejecutando la labor de garantizar que en toda el área de aplicación del Tratado de Tlatelolco no haya armas nucleares. Por eso, el OPANAL no es un organismo intergubernamental volcado hacia adentro de la región. Sigue siendo, y yo diría crecientemente, una institución que ayuda a la expresión de todos los países de la región hacia afuera en términos de los temas de desarme de armas nucleares y de no proliferación.
Ayer, 14 de febrero de 2019, como hacemos desde hace años, emitimos los 33 Estados Parte en el Tratado de Tlatelolco y Miembros del OPANAL un comunicado. Ese comunicado contiene nuestra posición sobre una cantidad de puntos y problemas que no se restringen a nuestra región.
En cuanto a la labor del OPANAL como foro regional para la articulación de posiciones conjuntas, el Secretario General afirmó:
Ese ejercicio de expresión es, desde 2014, repetido cada 26 de septiembre, procalamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas como el Día Internacional para la Eliminación de las Armas Nucleares.
Ninguna otra región en el mundo hace este tipo de manifestación conjunta. Eso pone al OPANAL a la vanguardia de la discusión sobre las armas nucleares. El OPANAL es así un elemento muy importante en las relaciones latinoamericanas y caribeñas.
Finalmente, el Secretario General hizo alusión a la coyuntura de la actualidad internacional:
La tensión internacional es creciente. Un ejemplo actual es el hecho de que en seis meses dejará de estar en vigor el Tratado sobre las Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF), firmado por Estados Unidos de América y la Federación Rusa. Eso significará muy probablemente la disposición de barreras de misiles de mediano alcance no solo en Europa sino también en Asia.
Los Estados de la América Latina y el Caribe no deben ser ajenos a ese evento negativo bajo el pretexto de que se trata de un Tratado bilateral. Tanto no es así que en varias ocasiones hemos expresado nuestro beneplácito sobre el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas, conocido como “New START”, firmado en 2010.
América Latina y el Caribe tiene autoridad y experiencia. Conculimos el Tratado de Tlatelolco en la peor fase de la Guerra Fría, pero lo hicimos sin miedo, sin timidez. Logramos en aquella ocasión incluso la particpación de los Estados poseedores de armas nucleares en los Protocolos adicionales al Tratado. Hicimos el Tratado de Tlatelolco con habilidad, con fina técnica diplomática y lo hicimos con independencia. Por eso, creo que debemos abiertamente criticar la instauración de una nueva guerra fría y de una nueva carrera armamentista que claramente se muestra en los ambiciosos programas de modernización de arsenales nucleares por parte de Estados nuclearmente armados.
Este momento es de conmemoración, pero debe ser también de renovación de nuestra firme posición contra las armas nucleares y el resto de las armas de destrucción en masa.