El jueves 10 de noviembre de 2016, se llevó a cabo la XXIV Sesión Extraordinaria de la Conferencia General del OPANAL en la Cancillería de la Embajada de la República del Ecuador en México. La Conferencia General, máximo Órgano del OPANAL, fue presidida por el Embajador del Ecuador en México, Sr. Leonardo Arízaga Schmegel. Por su parte, las Delegaciones de la República Oriental del Uruguay, encabezada por el Embajador Jorge Alberto Delgado Fernández, y la del Estado Plurinacional de Bolivia, encabezada por el Ministro Consejero Jorge Caballero Barrera, fueron elegidas para ocupar la Vicepresidencia.

La Conferencia General adoptó resoluciones sobre temas como: la reforma a los Reglamentos de la Conferencia General y del Consejo del OPANAL; gestiones para que los Estados Parte en los Protocolos Adicionales I y II al Tratado de Tlatelolco revisen o retiren las declaraciones interpretativas hechas a los Protocolos; la aprobación del Presupuesto y la escala de cuotas para el ejercicio económico 2017 y; las actividades de educación para el desarme nuclear y la no proliferación que lleva a cabo el OPANAL.

Los Estados Miembros discutieron el estado de los preparativos para la conmemoración del 50 aniversario de la conclusión del Tratado de Tlatelolco, mismo que se celebrará en la Ciudad de México durante el 2017 con dos eventos de alto nivel. El 13 de febrero de 2017 se llevará a cabo en la Conferencia Interamericana de Seguridad Social (CISS), lugar donde se negoció parte del Tratado de Tlatelolco, un Seminario internacional de alto nivel sobre desarme nuclear y no proliferación; por su parte, el 14 de febrero de 2017, en la Sede de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México (SRE), se celebrará la XXV Sesión de la Conferencia General del OPANAL, a nivel de cancilleres.

La Conferencia General es el órgano supremo del OPANAL y, por lo tanto, es el que toma las decisiones de mayor importancia para el Organismo. Se integra por todas las Partes Contratantes del Tratado de Tlatelolco, es decir, todos los 33 Estados de la América Latina y el Caribe, y celebra cada dos años reuniones ordinarias, pudiendo, además, realizar reuniones extraordinarias cada vez que así esté previsto en el Tratado de Tlatelolco, o cuando las circunstancias lo aconsejen a juicio del Consejo.